Zig zag, zig zag. Camino como un borracho y escucho el eco de mis zapatos, cuando no lo tapa mi voz.
Zig zag, zig zag. Las paredes y las puerta se van abriendo de par en par, apenas puedo distinguir el horizonte, el saxo, la trompeta, el sexo, la cabeza. Voy andando de a poco, corriendo, tropezando, bailando, siempre en zig zag, zig zag.
Zig zag, zig zag. Yendo y viniendo.
Así, como la felicidad.
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