Fumaba y se reía en voz alta.
Plácida en su soledad. Mirando una película cualquiera.
Pensando en el tiempo, sin denominaciones y unas ganas tremendas de una copa de vino.
La luz improvisada de un velador.
Las cortinas que faltaban. El cigarrillo consumiendose. Teclear, mirar la película y fumar, no eran una opción.
Todo un camino por delante para hacer. ¿Qué más?
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