Sabía que iba a sentirlo mucho antes de que su boca se estrellara en sus labios.
Lo supo aún antes de saber la hora en que lo vería.
No tuvo dudas cuando el viento le pegó en la cara, cuando su cuerpo se arremolinó
contra él a causa del frío.
Era una certeza concebida en la misma duda: Iba a amarlo para siempre.
Excelente texto. Me gusta.
ResponderEliminarMuchas gracias caballero :)
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