Ronroneo como un gato ante tu presencia, y me restriego en tus pies buscando tu proximidad. Quiero que me acaricies y me prestes atención, que me mires y me hables, así puedo seguir ronroneando, esperando poder posarme en tu regazo, indicándote que te esperaba, que me alegra que estés conmigo, que por fín hayas llegado, que espero que te quedes, que ansío que no te vayas, y me estires los bigotes, y te muerda despacito la punta de los dedos, y huela desde tu boca qué hiciste, qué comiste, que dijiste, donde estuviste mientras no estabas conmigo. Rozarte la ropa con mi cuerpo pegándote mi olor, como si fueras de mi pertenencia, y cuando realmente tu atención esté posada en mí, voy a mirarte con los ojos titilando como si no fueras más que un simple mortal, más que el portal de alimento de mi ansias, porque todo el principio no pude evitarlo, tanto te esperaba, pero ahora he caído en la cuenta de tu poder, de tu importancia y debo ignorarte para que no creas que el motor de mi días lo pone tu llegada.
Pero aún sigo ronroneando.
jajajja buenisiiimo...
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