Se desprenden los besos de tu boca igual que todas tus palabras.
Alguna vez nos miramos en espejos distintos. Espejos de colores y primaveras bordadas.
El viento dándome en la cara. Tu mano jugueteando con las ganas de cuidarme.
Tu risa atada a mi risa y la vida nos acompañaba. Y el tiempo no existía.
El Ahora era una tarde de pies descalzos y mis zapatos sin cordones.
A veces se nubla, pero siempre hay sol. Es primavera, te digo.
Y me besas la cabeza. Besame la frente y se me van todos los males.
Reímos. Todavía.
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