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30 de junio de 2014
Fotosíntesis de Paz
De pronto el sol entró por la ventana y alumbró todo. Calentó mis pies y mis manos, mi mejilla izquierda y el corazón que también se encuentra de ese lado. De pronto no fue tan malo, de pronto era solo una prueba de la paciencia y la espera, la serenidad necesaria para sentirme fuerte frente a la adversidad, cualquiera sea. Fue un sol de las cinco de la tarde que transformó mi mueca en sonrisa y la canción en otro tema, y pude pensar que para lo que fuera, todo dependía del tiempo, que mis ganas estaban, que el esfuerzo es necesario, y que a pesar de todo, y después de todo, valió la pena.
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