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30 de junio de 2014

Fotosíntesis de Paz

De pronto el sol entró por la ventana y alumbró todo. Calentó mis pies y mis manos, mi mejilla izquierda y el corazón que también se encuentra de ese lado. De pronto no fue tan malo, de pronto era solo una prueba de la paciencia y la espera, la serenidad necesaria para sentirme fuerte frente a la adversidad, cualquiera sea. Fue un sol de las cinco de la tarde que transformó mi mueca en sonrisa y la canción en otro tema, y pude pensar que para lo que fuera, todo dependía del tiempo, que mis ganas estaban, que el esfuerzo es necesario, y que a pesar de todo, y después de todo, valió la pena.

27 de junio de 2014

No puedo entender el paso de las horas arrastradas, relamiéndose gustosas en mi espera, cercando mis ganas contenidas, siendo testigos de mi cara detenida en la nostalgia, de mis manos que se secan en la ausencia, de los dedos retraídos como garras, sin nada para tocar, sin nada para rozar, sin nada para agarrar que no sean las páginas y páginas de cartas sin destinatario, sin nombre evocable en voz alta, sin dudas ni presagios, solo un silencio tan ruidoso que abruma, una garganta atragantada de palabras sin rumbo, de mariposas que mueren en un día y hacen nido en mi casa. Todos los lugares huelen al mismo recóndito rincón del alma donde descansa mi deseo, donde se funden los labios, las miradas, los ojos que se cierran a la espera, a la certeza, al río sobrepasado que cae lento y tibio hasta mi boca.Y después, nada.

26 de junio de 2014

Todos mis miedos

Era la fuerza de sus besos la que me mareaba cuando estaba cerca, y de hecho una cerca dividía la risa y la sonrisa. Su pelo se desparramaba por mis manos y todo el aire solo era su perfume... Mi perfume en sus manos, sus manos en mi cuello, mi risa sostenida en el deseo, quedate, andate, querete, cuidate. Dibujaba mi dedo el centro de su espalda. Escribía yo versos de amor que mataba para que otras cosas siguieran viviendo. Ya en el pasado sabía que iba a perderlo. Perder su voz, su mirada, su cuerpo rozando mi cuerpo.Nadie que pueda verlo y todo tan sentido bajo la piel de gallina. Sabía que iba a quedarse prendido con un alfiler de mi cuerpo y que iba a llevarlo siempre conmigo.

16 de junio de 2014

Quisiera escribirte desgarradores versos de amor, pero hoy hay sol.

2 de junio de 2014

El cielo sin Dragón

Miro desde mi torre el paisaje que despierta. Recuerdo, como lo hacía antes, su calor entre mis manos, las huellas de mis dedos quémandose ante su contacto. El ronroneo ronco de su presencia sobre mi pecho, su respiración acompasada de los sueños tranquilos, cuando todo su ser reposaba en mi cuerpo. Escruto el cielo vacío de la enorme presencia del Dragón, las habitaciones rebozando de libros mágicos que leía cuando sus escamas contenían mi propio ser, cauteloso, firme, insistente. Reminiscencias del olor fresco de la hierba verde me llenan la memoria, antes que se quemara todo, antes de que solo fuese un negro pastizal que yo misma incendié para que no volviera, para que su corazón de repiqueteo irregular latiera en consonancia con mi ausencia. A veces el frío se funde en mis sábanas y extraña su contacto mi piel erizada, mi paso corto y tranquilo para que no se asustara, las enormes llamas que prendía su fuego interior en el hueco de mi pecho.