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21 de marzo de 2011

Literal

-Algún día te vas a descuidar y te voy a matar de un beso- le dijo sonriendo.
Ella salió de la habitación y recorrió sin pausa el camino hacia la armería.
Compró un revolver y se fue a su casa a esperarlo.El nunca apareció.
Pasaron los años y el revolver descansó escondido debajo de su almohada junto con el
resto del polvo. No se caso, no tuvo hijos ni amigos ni perro ni canario.
A los 85 años a punto de dormir, saco el revolver, lo envolvió en una franela y lo puso
en el cajón de su mesita de luz.
Cuando se quedó a oscuras, él apareció entre las sombras. Se paró al lado de la cama y
vió como ella lo miraba.
- Te dije- susurro- y la besó hasta matarla.

3 comentarios:

  1. he visto, querida cecilia, que no has respondido el mensaje que te mandé. eh visto algo mejor, algo que me gusta, me gusta ver que tengo mensajes de voz en el blog. sé que los lees. y por ello te quiero. pero mi cariño tenía un límite, hasta que encontré en un cajón la carta que supiste escribir para mis 22. sencillamente genial. voy a citar una frase que me hizo hacer una expresión digna del niño gambluch, la frase: pero "uno" es muy poco cuando la energía es mucha" OFFFF!!! ZAARPADAAAAA
    eso nada más. nos vemos.

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  2. Te dije que eran los locos 22!
    Y todavía te queda un resto. Brindo por eso!

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